José nació en Lares, Puerto Rico el 13 de agosto de 1921. Sus padres fueron Ramón Santiago y Josefina Nieves. Fué criado en la Hacienda Las Américas junto as sus 7 hermanos. José se graduó de octavo grado pero luego detuvo sus estudios para ayudar a su padre en la finca como camionero vendiendo y transportando productos agrícolas, piedras y carbon entre otros.
En uno de sus viajes sus ojos se fijaron en una hermosa jovencita de nombre Blanca Iris Camacho. Su corazón fué instantániamente capturado y dijo "esa será mi esposa, la madre de mis hijos," el resto es historia. De esa hermosa union nació Jose Manuel.
En el 1950 José y Blanca decidieron mudarse a los Estados Unidos e hicieron residencia en New York, fué ahí donde nacieron Nelson José y Carlos Manuel. Vivió orgulloso de laborar en la American Chiklet Company, Mount Sinai Hospital y como Superintendente residencial.
Ambos recibieron al Señor Jesús como su salvador en su hogar cuando su amigo Herminio Narváez, Jr. les visitó y les presentó el plan de salvación. Fueron miembros y sirvieron en la Iglesia La Hermosa en NY bajo el pastorado del Rvdo. Miguel Angel Morales.
Años después quisieron regresar a la Isla del Encanto, Puerto Rico para disfrutar de su retiro por unos años y allí sivieron en la Iglesia Discípulos de Cristo en Bella Vista bajo el pastorado del Rvdo. Michael Morales. Luego se trasladaron a Orlando, FL donde vivieron el resto de sus vidas en la compañia de sus seres queridos y sirviendo en la Iglesia Discípulos de Cristo en Chickasaw Trail bajo el pastorado de su amigo y hermano el Rvdo. Herminio Narváez, Jr.
Hoy le sobreviven sus hijos José Manuel, Nelson Jose y Carlos Manuel. Sus nietos Jasmine Lizette, Emmanuel Joseph, Nelson Jose, Jr., Edgar, Tanya y Carlos Antonio. Sus biznietos Cameron, Olivia, Christian y Mia.
José Vivió sus 99 años amando y adorando a su Señor en cántico acompañado de su guitarra, visitando a los hermanos en la fé, trayendo sonrisas y alegría a todos. En cada uno de sus hijos, nietos y biznietos dejó una huella única y distintiva, un amor especial e inigualable.
Papi, Dad, Pops, Papá, Abuelo, Grandpa, Viejo, Pito, Don José, te amamos y nos regocijamos en saber que al fin vuelves a estar con todos nuestros seres amados que partieron antes que tú pero más que todo, que al fin estás en la presencia de tu Creador, ese al que tanto amabas y adorabas. Esto es solo un "hasta luego" porque nos volveremos a ver y as estar juntos por toda la eternidad allá en las moradas celestials.
Jose Manuel Santiago Nieves
Amanecer 1921-Puesta del Sol 2020
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Jasmine L. Santiago-Vega