Sara Fontanez

Sara Fontanez-

Estrella de Esperanza

Existían millones de estrellas en el cielo de todos colores, pero un día se acercaron a Dios y le dijeron que les gustaría vivir en la tierra entre los hombres. Dios les concedió su deseo. Esa noche hubo una linda lluvia de estrellas. Cierto día, todas resolvieron regresar al cielo menos la estrella verde, la estrella de la esperanza. La misma se posó en cada corazón iluminando el camino de los hombres hacia Dios.
Hace 65 años nació una estrella, estrella de esperanza, quien permitió que la misma brillara y contagió con su corazón iluminando a otras personas. Esa es nuestra madre, quien nació el 12 de octubre de 1942 en el Pueblo de Humacao. Fueron sus padres el Sr. Asunción Flecha y la Sra. Saturnina Agosto, naturales del pueblo de Humacao.
Mamita, mami le decimos nosotros sus hijos y Sarita le dicen cariñosamente los que la conocen, especialmente sus hermanos; Justina, Carmen, Rafael, Luis, Elías, Eliseo, Roberto y Aida
Sus padres se trasladan a la ciudad de Lorain, Ohio. Años más tarde conoce a nuestro padre, un joven trabajador, Misael Fontanez. A papi le cautivó la entrega y el servicio que mami rendía a los demás, a la iglesia y a la comunidad, infundía esperanza a todos que la conocían. Se casan el día 12 de noviembre de l960. Procrearon 5 hijas y 5 hijos para un total de diez, dándole éstos 22 nietos, un biznieto.
Nuestra estrella llevó en lo profundo de su corazón el deseo de servir y enseñar. Nos enseñó a ser respetuosos, a servir, a dar, a amar, a perdonar, a ser responsables, la lista es interminable. Sembró en nosotros esa estrella de esperanza y nos enseñó a sembrarla en nuestros hijos y en otros. Nos enseñó sobre todo a amar a Dios.
Lucero que desde muy temprana edad daba escuelas bíblicas a niños, jóvenes y ancianos. Son muchos los Hijos Espirituales que ella tiene. Luego de casada estudió en el Instituto Bíblico Mizpa en 1972, ya que enseñar la Palabra de Dios es su pasión. Trabajó mano a mano con nuestro padre en las iglesias de Lorain, Ohio; Philadelphia, PA; Detroit, MI; Río Jueyes de Coamo; Tejas I de Humacao; Collores de Humacao; Camuy; Palm Bay; y en la Iglesia de la Dahlia, marcando la diferencia con su dinamismo y espíritu perseverante.
Su trabajo no sólo se limitó a sus iglesias sino que trabajó con los niños en Joyas de Cristo, desempeñándose como Directora de Joyas de Cristo en la región de Puerto Rico y La Región Sureste EUA. Trabajó en Mizpa, Adames, Cepami y en muchas otras organizaciones y áreas. Fundó coros poéticos en Humacao, Camuy y Orlando. Fundó Star of David Academy, academia que cobijó bajo sus alas como su bebé más preciado. Su trabajo era incansable.
Nuestro guardián celestial sembró en otros la esperanza, identificando virtudes y contagiando con su ejemplar animo. Es el ángel que ve en cada persona algo bueno, lo comunica, logrando que se desarrollen en la obra del Señor.
Mami, estrella de esperanza, mujer comunicativa, optimista, desprendida, amante del estudio de la Palabra de Dios y la lectura en general.
Mami, luz resplandeciente, procuró dar más de lo que podía; una buena palabra…una sonrisa…un gesto de estímulo…un pensamiento generoso…ella hizo su filosofía de vida, esa gran verdad…es mucho mejor dar que recibir.
Mami extendió sus brazos generosos cómo ángel que nos cobija entre sus alas, para cultivar el bien, y ha podido recoger frutos abundantes de felicidad y amor, en sus hijos, nietos, biznieto y en su relación junto a papi por 47 años. Gracias a ti Mami, hoy somos quienes somos. Mami tus esfuerzos, tus oraciones, tus cuidados, tus consejos… no han sido en vano.
Hoy le devolvemos al cielo esa Estrella de Esperanza, a este Lucero, a este Ángel, sabiendo que Dios la ha de cuidar. Seguirá brillando en nosotros y su luz continuará iluminándonos el camino.
Dios, te la devolvemos, pero no sin antes darte gracias porque pudiste dársela a otros para que fuera su madre, pero nos escogiste a nosotros para que ella fuera nuestra madre. Gracias, Eliu, Bilma, Débora, Migdalia, Abner, Eleazar, Misael Jr., Lemuel, Diales, Arlinda y tu esposo Misael.

GRACIAS MAMI PORQUE HAS HECHO EL MAYOR DE LOS MILAGROS CON TU OBRA EN NUESTRAS VIDAS: EL AMOR.
¡TE AMAMOS, MADRE!